Un poema.

Tú haces que la rutina de la semana muera en una mirada,

Que el sueño despierte pero no acabe.

Y tus besos acarician mis ilusiones, me dejan flotar en las nubes de la felicidad,

Me alejan de las calles donde por solo unos minutos conseguía el anhelado cariño de una extraña.

Llegaste tú en fugaces destellos de luz que cegaban los males,

Vaciaste las lagunas de mi mente y dejaste solo los tesoros que como en el dorado se daban en

adoración a los dioses,

A esos dioses que vigilaban con ojo de águila mis pensamientos y cuidaban que no cayera en la

trampa del corazón,

Pero caí, caí por ti y esa “trampa” me ha hecho feliz,

Me devolvió esa sonrisa que hace algún tiempo no veía el día,

Ni la belleza de la luna, la belleza que comparte contigo.

Por ti podría dejar mis vicios,

Incluso podría olvidar mis tristezas,

Pero para que intentar hacerlo, para que si contigo se esfumaron,

Un beso tuyo me devolvió la vida que se había ahogado en una botella hace algún tiempo,

Me devolviste la poesía, un libro y mi vino.