Cupido murió.
>> lunes, 1 de junio de 2009
Siempre supo que iba a morir,
Pero
Jamás imagino que moriría por su propio deseo,
Y que mientras moría repetiría:
Que jamás vivió lo que en el dolor nació.
Y cupido murió en una tormenta,
Donde las flechas del amor volaron
Y atravesaron su corazón,
Dejándolo desangrarse
En las arenas del tiempo.
Esa sangre negra,
Coagulada por el aire y el sol,
Sol que arde en desesperación,
Y que envidia a la luna y su belleza.
Y cupido gritaba por ayuda,
Y mendigaba amor,
Viendo en el espejo:
Que son las lágrimas
Y a ese deseo asesino.
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