Desvaríos.
>> martes, 18 de agosto de 2009
Por mil millones de estrellas camino el solitario verdugo,
Mientras se soñaba persiguiendo la luna,
Dejando atrás tiempos en que siempre caía,
Y al levantarse se veía saltando dunas en el desierto que llamaba “hijo”.
Aquel verdugo caminante es ahora un astro,
Una luz en el incomprendido firmamento que se alza sobre todo,
Que sin mas que sus manos acaba con esas vidas que no merecen ser vividas,
Vidas como lluvia de estrellas fugases que piden deseos a sus atónitos observadores,
Vidas que acaban en segundos, así como fueron vividas en minutos de placer.